The Dresden Philharmonic is set to open its season with a unique program led by its new chief conductor and artistic director Marek Janowski. The program will include The Four Sacred Songs by Verdi and Luigi Dallapicola’s “Canti di prigionia.” …
La soprano polaca Iwona Sobotka supo ensamblar su voz con el timbre de la orquesta como un instrumento más. Su canto destacaba sobre la belleza del conjunto como la luna en un cielo estrellado. Y aun sin conocer el idioma, a los asistentes al concierto nos llegó el mensaje traducido a música de un profundo pesar.
Más allá de un magnífico manejo de las atmósferas camerísticas y un sólido empaste, aquí el despliegue de técnica y aguda sensibilidad de Sobotka sería lo más ovacionado de la tarde. Un agudo luminoso que llenó la sala desde la primera de las canciones “La luna solitaria”, precedió a “El ruiseñor” y “La danza” donde hizo gala de un instrumento de poderosa proyección y belleza tímbrica.
Iwona Sobotka destacó sobre todo por su control del carácter suspirante y de sula belleza del trabajo dinámico. Estuvo, simplemente, soberbia.
Und dann wäre da noch besagte Iwona Sobotka, die mit der Arie "Ah core mio" aus der Händel-Oper "Alcina" diesem Abend zweifellos das Glanzlicht aufsetzte. Mit einer Stimme, so mühelos, so strahlend, so perlend leicht in den Höhen und doch auch so innig im Ausdruck, mit der sie diese Abschiedsarie gestaltete, dass man sich allen Ernstes fragt, warum man diesen Namen nicht öfters hört und liest.
This soprano! Iwona Sobotka, stepped in at short notice, had no trouble to exhaust Verdi's soprano's abundant attributed drama with pleasure in composing and yet far from all operatic attitude. At the same time she gives its intimacy color and warmth, forms a brilliant crescendo, makes her voice shine in the fortissimo passages over each and everything - this is first class!